Estamos seguros de que ese prospecto puede ser bueno para nosotros y nuestros productos y servicios, buenos para él. ¿Y ahora qué?
Es el momento de despertar la atención. Puede que con un e-mail, una invitación de Linked In. Abordando al decisor o decisora en un networking, en puerta fría…
Sea como sea, tienes que mostrarte especial y diferente. No hacer lo que hacen todos. Sorprender y enganchar emocionalmente y no es fácil.
Es un momento crítico para ganarte al cliente o fracasar. A mí me suele ir bien, pero aprendí mucho de un cliente que me dijo al teléfono; “Si es que vas como una moto” y es que no le estaba dejando hablar, siempre aprendiendo…
Para ello, tendrás que tener claro quién es y que le vas a decir y como lo harás, tener muy ensayado tu speech o tu elevator pitch ,si andamos justos de tiempo. En este enlace te explico cómo hacerlo.
Cada contacto con el cliente debe ser espectacular y mejor de lo que hace la competencia. Piensa; ¿Cuando lo vea le impactará? ¿Tras mi llamada pensará Wow, este es diferente? Tras tu visita, ¿Quedarán impactados?
Un buen consejo es que ensayes, que estudies al cliente y que le hables, con seguridad, de lo suyo que conozcas su entorno y sector y le demuestres que tienes interés por él. Además tendrás que transmitir energía y positividad y si eres de los mejores hacerlo con dignidad y elegancia.
No es fácil. Si tienes dudas, llámame. Estoy a tu disposición y te estoy observando.
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